Mucha gente se pregunta por qué el pollo a l'ast que se compra los
domingos es tan bueno. Supongo que no descubro nada nuevo diciendo que
el secreto está en el modo de cocinarlo. En las tiendas disponen de
asadores verticales donde se acomodan las hileras de pollos. Tras ellos
están los fuegos, que pueden ser eléctricos o a gas. Los pollos van
ensartados en espetones que giran de forma continua para conseguir una
perfecta cocción. No se les añade más que sal, pimienta y algunas
hierbas, regándolos de vez en cuando con sus propios jugos de la
cocción. La carne de pollo contiene poca grasa y la que tiene se
concentra prácticamente en su totalidad en la piel. Al asarlo esa grasa
funde depositándose en bandejas dispuestas para ello. Entonces la piel
se dora tomando una tonalidad muy característica del pollo a l’ast. Por
tanto, si queremos preparar un pollo a l’ast, tal y como hacen las
tiendas, bastaría con lavarlo, quemar los restos de pluma que le
quedaran, volver a lavarlo, untarlo con algunas hierbas provenzales y
salpimentarlo. Luego al espetón y tras unas cuantas vueltas tendríamos
el deseado pollo asado. Como veis nada fuera de lo común.
La cosa se complica y bastante si queremos asar el pollo en casa.
Puesto que los asadores de pollos a l’ast cuestan entre 2500 y 8000
euros, y ocupan mucho espacio, doy por sentado que no disponéis de los
mismos. Algunos hornos eléctricos disponen de dispositivos rustidores
que permiten ensartar una varilla que gira de manera que es posible asar
el pollo de un modo similar a los aparatos profesionales. Pero son una
minoría. En general solo disponemos de un horno convencional, así que
por mucho que nos esforcemos va a ser difícil obtener un resultado
similar. Pero podemos quedarnos muy cerca.
En primer lugar vamos a analizar las características del pollo a
l’ast para tratar de imitarlas. La primera más evidente es el color
dorado de la piel. Para conseguirlo casi idéntico me inclino siempre por
utilizar manteca de cerdo para untar el pollo. Previamente la habremos
aromatizado con ajo, hierbas provenzales, sal y pimienta negra. La
manteca hará que las hierbas se adhieran a la piel. Ciertamente en los
asadores profesionales no se emplea ningún tipo de grasa o aceite, pero
por las características de nuestros hornos domésticos nos vemos
obligados a emplearlos.
El sabor tan característico del pollo se obtiene con la sal, la pimienta y sobretodo con las hierbas provenzales.
El sabor tan característico del pollo se obtiene con la sal, la pimienta y sobretodo con las hierbas provenzales.
Así que ya sabéis amigos, los pollos de Ca Iaio además de sabrosos son saludables.
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